La dichosa columna...

La ciudad de Burgos cuenta ya por fin con una ansiada y necesaria sala de conciertos. Después de la extinción del mítico Quinta Avenida, esta ciudad se había quedado un poco coja en cuanto a la oferta musical. No sé muy bien si por ínfulas de conseguir la capitalidad cultural europea de 2016 o por qué razón, pero Burgos se ha puesto las pilas y de repente se está convirtiendo en un referente cultural en cuanto a los grupos musicales que está atrayendo en este 2009 (esperemos que no se quede ahí).

Una de las grandes apuestas, y por tanto una de las culpables de este auge, ha sido la rehabilitación de los antiguos hangares de Renfe, transformándos en un Centro de Creación Musical bautizado también como HANGAR. Suena bien, pero mejor están sonando los grupos que se han encargado de inaugurarlo, los omnipresentes Vetusta Morla, después el descubrimiento indie del año Russian Red o, los más recientes, unos the Sunday Drivers en racha.

Pero junto a estos artistas, y otros tantos, ha habido otro protagonista en las noches "hangareñas" que se ha reivindicado y que ha pasado a ser una seña de identidad de la sala, y no es otra que la dichosa columna...


Así, Pucho, con cara de sorpresa, reconocía que es el primer escenario en el que podrían tocar dos canciones a la vez (una a cada lado de la columna), o Jero bromeaba con la oportuna situación de este poco habitual compañero de escenario.

Aprovechándo la celebridad que está adquiriendo este "icono" por accidente (y vestigio del antiguo local ferroviario), este blog ha cogido prestado ese título para relatar a base de columnas (o posts) lo que esta sala da de sí, así como repasar las bandas que aquí acuden. Disfrútenlo.